comunicado #33


Alguna vez se han preguntado qué ha sido de la vida y obra de algunos de los arquitectos que estuvieron de ‘moda’ en los 90’s y que ahora ya ni vemos en revistas o en publicaciones de la web?

Pues AG encontró la respuesta a este interrogante que nos perturbaba desde hace varios meses, y la respuesta la encontramos en China. Tuvimos la posibilidad de pasar unas cortas vacaciones en el sur-este chino visitando las ciudades de Shenzhen y Hong Kong (Kowloon, New Territories y Hong Kong City), y fue una experiencia interesante encontrarse con este ‘asilo’ de arquitectos famosos.

Caso 1 – Shenzhen:

Para hacer un poco de historia y situar a esta ciudad dentro de un marco socio-político y económico, Shenzhen hasta la década de los 70’s fue una ciudad pequeña de pescadores, hasta que en los 80’s con la apertura de mercados de China hacia el mundo, la ciudad fue la primera Zona Económica Especial (la primera de muchas que se han hecho en China) lo cual conllevó a que la inversión pública y privada se centrara en su crecimiento y desarrollo. A partir de ahí, como nuevos ricos que son, empezaron a diagramar, distribuir, urbanizar todo el territorio construyendo infraestructura de punta como grandes avenidas, sistema de metro, edificios públicos y privados y obviamente factorías de todo tipo que son las que sustentan el crecimiento económico de la ciudad. Para todo esto, los chinos hicieron un llamado internacional a la inversión de capital y empezaron a reclutar oficinas de arquitectura de todo el mundo, debido a los bajos costes de los impuestos y demás aranceles fue muy bien visto por los arquitectos que ya se iban quedando sin trabajo en occidente. Alli llegaron de todas partes a establecer sus oficinas y hoy ya se pueden ver sus obras por las calles, tan ‘imponentes’ como lo fueron en los 90’s.

Simplemente nos bastó caminar por los distritos financieros y comerciales (Futian) y por donde se ubica el centro de gobierno (Luohu) para poder apreciar aquel gran ‘asilo’ de la arquitectura de los 90’s. Edificios de Wiel Arets, Arata Isozaki, OMA, Steven Holl, Morphosis, Bolles & Wilson, FOA y otras más de menor importancia, invaden la ciudad en cada bloque construido; su recorrido nos hace parecer como un parque temático lo suficientemente interesante al ver cómo compiten entre cada uno de ellos, como una pelea de egos, de construcciones que apuestan por el derroche y la reinvención de geometrías y volúmenes, pero que al final se pierden entre la magnitud casi descomunal de los emplazamientos y las rascacielos circundantes.

Puede que la verdadera obra o legado de estos arquitectos ya este hecho, Shenzhen sólo muestra un llamado a mostrar el poderío económico chino y mostrarnos cómo “por la plata baila el mono”; una ciudad que es ajena a los peatones, de un bombardeo de luces de neón y leds que aturde la vista y una regulación urbana lo suficientemente controlada (al estilo chino) que hace desistir prontamente a que sea habitada con facilidad.

Al final, lo interesante es darse cuenta que existe un nuevo urbanismo de hacer las ciudad y que atrás han quedado (si es que se tuvieron en cuenta) los direccionamientos del urbanismo tal y como nos lo enseñaron, pensar que Shenzhen es el caso contemporáneo y macro de Weissenhof (Stuttgart, Alemania) el cual fue el ‘showroom’ habitacional de los arquitectos modernistas del CIAM, Shenzhen puede ser el ‘showroom’ de todo lo que se puede hacer en arquitectura sin importar los costes, qué tan grande sea y que valoración estética pueda generar al observador común.

Caso 2 – Hong Kong:

Alejado de los estigmas publicitarios y de Jacky Chan (que está en el 80% de los avisos publicitarios), Hong Kong es una ciudad china sin estar dentro de la legislación china, es decir, un distrito autonómico con su propia moneda, propia bandera, propias leyes, etc. pero perteneciendo a China. Aunque como ciudad es alucinante, sobre-densificada, aturdida y bombardeada por la publicidad, comparte el mismo caso que Shenzhen… un ‘asilo’ de arquitectos noventeros. Aunque con una economía mucho más motivada por hacer dinero (que les viene de tradición mercantilista y capitalista) y por un crecimiento demográfico que no para, el crecimiento en vertical de la ciudad es una de sus virtudes y características, nuevas pequeñas macro comunidades se crean en conglomerados de edificios de 50 pisos –o más- los cuales surgen rápidamente y obviamente colonizados casi que de inmediato en los distritos conocidos como los New Territories (zona continental de Hong Kong) ha sido el foco de atención para muchos arquitectos que se motivan a diseñar estos artificios, no sin antes estar asociado a una constructora local la cual es la que gestiona ante los clientes y promotores dichos proyectos. Debido a que el precio del suelo y por ende los impuestos son mucho más altos en Hong Kong, los arquitectos occidentales optan por tener su centro de actividades en Shenzhen pero con una notoria presencia dentro de la ciudad, o en muchos de los casos con alguna pequeña oficina representativa por efectos legales. Tal es el caso como el del arquitecto Cesar Pelli que después de su lanzamiento al estrellato en el mundo de los rascas cielos con las Torres Petronas en Kuala Lumpur (Malasia) y posteriormente el Two International Finance Centre de Hong Kong ha decidido situar una de sus oficinas principales en esta ciudad. Al igual que otros, hay cientos de oficinas que operan allí con diversas intervenciones y tipologías de proyectos, a pesar de que pasan desapercibidos y sin pena ni gloria perece que no son ejemplos ‘dignos’ de mostrar a la opinión internacional debido a que la misma normativa restringe mucho la ‘libertad’ de diseño tienen como resultado un edificio que se pierde entre el skyline aglutinado de la ciudad o del paisaje por así decirlo.

La densificación asfixiante de la ciudad y su alto grado de restricción urbana y arquitectónica, ha hecho que distritos como Kowloon sea el más densificado del planeta con un promedio de 170.000 habitantes por Km2, lo cual no hay espacio para una reestructuración urbana o de usos del suelo (en su mayoría uso comercial) y por ello lo vernáculo y lo improvisado prima.

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Todos estos movimientos migratorios de los arquitectos noventeros hacia las crecientes urbes chinas y sus alrededores conllevan a que se abra un nuevo punto de acción y de generación de propuestas a partir de una nueva reinterpretación de lenguajes en la arquitectura y antes una sociedad que cada vez se occidentaliza con mayor rapidez, como lo describe Koolhaas en su libro Content en donde bajo el tema de GO EAST! sustenta un poco la necesidad de mirar a oriente con otra visión más liberar, ya por consiguiente abrió su oficina (OMA) asiática en Beijing. Pero a su vez resulta un buen negocio el de involucrarse en el mercado asiático ya que los costos de sostenibilidad son mucho más inferiores a los que se pueden tener en Europa o América, por el precio de un arquitecto occidental pagas 3 arquitectos chinos, así tienes más mano de obra y más efectividad a la hora de obtener resultados, de ahí que muchos proyectos se desarrollen los sucursales asiáticas y se construyan luego en Europa o América.

China se come el mundo… lentamente y sin saborearlo, no les importa que digan que allá se comen a los perros y a las ratas, para ellos es la mirada morbosa de occidente hacia los nuevos dueños del nuevo orden económico global, aunque son los nuevos ricos del planeta, están dispuestos a meterse donde sea, a comprar deuda internacional a países en vía de desarrollo a cambio de favores, así que preparémonos si algún día vemos oleadas de turistas chinos por Junín x La Playa o de compras en El Tesoro… o que también veamos emigrar a China a alguna de nuestras vedettes criollas en busca de nuevas oportunidades.

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Para el interés general, estamos dispuestos a compartir las fotos que tomamos en Shenzhen y Hong Kong por si alguno quiere hacer un copy – paste de la arquitectura china o por simple curiosidad y ganas de ver a manera de reportaje gráfico nuestro corto viaje. Solo escriban a arquitecturaguerrilla@gmail.com y les enviamos el paquete de fotos.

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